En el corazón de este procedimiento se encuentran los innovadores productos ignifugantes que, al ser aplicados a través de la pulverización, impregnan de manera efectiva las fibras de los textiles. Estos productos actúan como agentes defensores, desplegando su capacidad para suprimir y controlar la propagación de llamas en caso de un evento de fuego repentino.
La técnica de pulverización asegura una distribución uniforme de los productos ignifugantes sobre la superficie de los textiles, garantizando una cobertura completa y efectiva. Este proceso no solo refuerza la resistencia al fuego de los materiales, sino que también preserva su integridad estructural y estética, manteniendo su apariencia y funcionalidad original.